jueves, 20 de febrero de 2014

Espero estar equivocada, de todas formas...¿por qué no me di cuenta?

No me lo puedo creer, ¿cómo he sido tan tonta?¿cómo no me he dado cuenta?... era tan básico y estaba tan claro... ¿cómo puede ser que me haya engañado de esa manera? era tan claro, tan básico que no me explico como no me he dado cuenta.

Siempre me he dado cuenta, siempre los he pillado antes de que llegaran hasta el final. Daba igual la forma y el tipo... siempre me daba cuenta y los paraba o les dejaba de lado.

¿Pero ahora?...¿qué me ha pasado? no lo entiendo; si ha seguido el mismo proceso y ha hecho lo mismo que los otros ¿qué me pasa?
Es tal el asombro y el enfado que tengo ahora que no sé cómo explicarlo. No encuentro la manera de plasmarlo en el papel para poder dejarlo y olvidarlo. Pero son tantas las cosas que quiero decir ahora que no puedo escribir ninguna.

Me siento tan mal, tan frustrada...
Por más que lo pienso no lo entiendo ¿cómo me ha podido engañar de esa manera? me siento tan tonta ahora mismo.
Siempre he dicho que nunca me iba a dejar engañar, que siempre me doy cuenta y no les dejo continuar.
Y ahora....¿qué?

Por una parte mi interior se la quiere devolver de alguna manera, quiere que se de cuenta de lo que ha hecho y de a quién se lo ha hecho.
Pero otra parte de mi quiere convencerse de que no ha sido así, que en realidad no me ha engañado, que no ha hecho nada malo.
Mi cabeza está dividida; mis pensamientos se enfrentan entre ellos; y en esta situación y en estos momentos ninguno gana. Ninguno tiene razón.

Las dudas me matan por dentro y no me dejan pensar en otras cosas.
Por más que lo pienso sigo sin entenderlo y sin saber cómo lo ha hecho. Me ha engañado, me ha "manipulado", me ha hecho lo que nunca pensaba que me volverían ha hacer.

"Creo que muchas chicas sabrán de lo que hablo y otras muchas igual se dan cuenta ahora. Esta entrada va por vosotras,
Hoy en día vivimos en un mundo en el que tanto chicas como chicos utilizan sus "armas" para ganar a otr@s, pero solo las utilizan para un momento; solo las utilizan para demostrarse a si mismo/a o a otros/as...
No estoy echando las culpas a nadie ni estoy diciendo que esas personas son unas h****d*p***. Cada cual es libre de decir y hacer lo que quiera. Yo no quiero cambiar a nadie.
Solo estoy intentando desahogarme con palabras, solo intento tranquilizarme para que la ira no me invada la mente y haga algo de lo que luego me tenga que arrepentir."

Pero por más que lo pienso y lo vuelvo a pensar no entiendo cómo he podido ser tan tonta y tragarmelo, no entiendo como me he dejado engañar de esa forma tan simple.
Pensaba que siempre me iba a dar cuenta, pero estaba equivocada, algo me ha cegado y ha hecho que picara como una niña tonta. Dicen que siempre hay una primera vez para todo, pero yo ya tuve la mía y ya aprendí a la primera.

Ahora mismo solo espero estar equivocada y que no sea así. Pero es muy difícil creerlo..

                                             By: La rubia peleona.

miércoles, 1 de enero de 2014

Shana.- By: La loca de las Converse.

"El siguiente relato fue publicado en la comunidad de escritores Logomanos Club de Escritores en un concurso que se organizaba. Hubo relatos mejores, de hecho no gané el concurso, pero como se dice: Lo importante es participar. Aquí os dejo el relato. Tened en cuenta que una condición era poner una frase de las cuales te daban a elegir, yo elegí "Dime tú, ¿quién va a sacar esta mierda y rellenar el vacío? ¿Quién?". "

Nadie dijo jamás que vivir fuese algo fácil. Vivir es simplemente una acción a la que está acostumbrada todo el mundo. Todos se esfuerzan por vivir durante un largo periodo de tiempo, muchos buscan la inmortalidad… Pero, ¿de qué sirve vivir si por dentro estamos muertos?
Un golpe me sacó de mis pensamientos. Abrí la puerta de mi habitación, la cual estaba cerrada con pestillo, y vi la cara de mi hermanastro. Vino a avisarme de que la cena estaba lista. Recorrí los escasos metros de pasillo que separaban mi dormitorio de la cocina en la oscuridad, no me apetecía encender la luz… Al entrar en la cocina vi a mi madre, sonriente, junto a su novio, se le veía feliz a pesar de que mi padre hubiese muerto años atrás. Me senté en una silla mirando al suelo de baldosas negras y blancas, una luz blanquecina iluminaba toda la estancia. Mi madre puso una bandeja con pizza en la mesa. Cogí una porción pequeña de pizza. En cambio, Ion, mi hermanastro se cogió la mitad de la pizza, dejando a nuestros respectivos padres con tres porciones de pizza y una ensalada.
   - Shana, deberías comer otro trozo más al menos.- Dijo mi madre.
   -  No tengo hambre, Ana… - Respondí, mirándole.
Acabé de comer, me disculpé y me fui al baño, al cabo de un rato salí y volví a mi habitación. Al entrar cerré la puerta y preparé las cosas que iba a llevar al colegio el día siguiente. Me quedé leyendo hasta las once y media, en ese momento fui a la cocina a tomarme un somnífero, pues me costaba mucho dormir. Regresé a mi habitación y me acosté, esperando a que me entrase el sueño.
El despertador sonó a las siete, como cada día. Me dirigí a la cocina arrastrando los pies. Me hice un té verde y me lo tomé, tan pronto como acabé me fui al baño a darme una ducha y a prepararme para el instituto.
Al llegar a clase fui directamente a mi sitio, en la última fila. Apoyé la espalda en la pared, pues mi pupitre estaba en una esquina, y esperé a que diese comienzo la clase de inglés. Ese día teníamos un examen, así que la hora se me pasó muy rápido. A decir verdad, me gustaba hacer exámenes de inglés, no sé, me resultaban divertidos. Al acabar la clase entré en el vestuario de las chicas, teníamos educación física, en ese momento estábamos en el bloque de velocidad. Tras otra clase más teníamos un descanso de media hora, el cual yo aproveché para continuar escribiendo un libro que había empezado ese verano. Sonó el timbre y volví a clase, aguantando otras tres horas más de tortura. Al acabar volví a casa a comer, volví a comer poca cantidad, seguía sin hambre, había tenido unos días bastantes malos… Me fui al baño y a las cuatro entré en mi habitación para hacer mi deberes. Aunque tuviese problemas siempre trataba de ser buena en los estudios, aunque tampoco quería destacar, no me gustaba llamar la atención, prefería estar en lo normal.
Esa noche me acosté temprano, después de tomarme mis pastillas. Al día siguiente fue mi cumpleaños. Ana, mi madre, y su novio me regalaron un eBook. Me gustó el regalo, así ya no me pesaría tanto la mochila al llevar libros para leer. Pues me encantaba hacerlo.
Toda la semana pasó exactamente igual, mi vida era muy aburrida, demasiado… Al fin llegó el fin de semana, salí de fiesta con una amiga que no era del colegio. Estuvimos en varios bares y acabamos en una discoteca. Ambas estábamos bastante borrachas, pero no nos importaba, seguíamos bebiendo mientras nos lo pasábamos bien. Varios chicos se acercaron a mi amiga, no me extrañaba, ella tenía un gran cuerpo, mientras que yo…
Al llegar a casa mi hermanastro me esperaba muy enfadado en la puerta. Casi se podía ver su enfado en la estancia. Pero yo estaba muy borracha y me limité a reírme mientras entraba en mi habitación. Tan pronto como el colchón tocó mi cuerpo me quedé dormida. Me desperté en medio de la noche sudando, había soñado que alguien descubría mis secretos, y eso debía ser imposible. Nadie debía de saber mis secretos, me tomarían por una loca. Me volví a quedar dormida mientras le daba vueltas al asunto.
Me desperté gritando y mojada, mi querido hermanastro se quiso vengar echándome agua con hielo por encima. Le gruñí y le lancé un cojín, el cual él esquivó con mucha facilidad. Comencé a gritarle, pero tuve que detenerme, me empezó a doler mucho la cabeza, haciendo que me marease. Bajé a desayunar y después me fui al baño.
Cerré la puerta y me miré al espejo, mi lacio cabello castaño caía por mi cara. Mi mirada, negra como la noche, no mostraba sentimiento alguno. Empecé a desnudarme, quitándome la camiseta que llevaba ayer a la noche, pues no hice ni ponerme el pijama. Mi clavícula asomaba orgullosa de estar ahí, mis costillas, marcaban un camino en los laterales de mi torso. Me quité también lo pantalones que llevaba, ahí estaba mi cadera debajo de mi delgado vientre. Yo estaba muy delgada, pero no lo suficiente. Todavía tenía en la cabeza unas voces que me obligaban a ayunar, a desechar la comida, a matarme a deporte, la anorexia no era fácil, nada fácil.
Me incliné sobre la taza del váter y limpié mi estómago de todo lo que había desayunado, pero un “mierda” me sorprendió. Me limpié y vi a mi hermanastro, el cual cerró la puerta y echó el pestillo, mierda, olvidé de cerrar con pestillo. Mis secretos ya habían sido descubiertos.
Me eché a llorar como una niña pequeña. Ion me abrazó y me acarició el pelo, ninguno dijo nada hasta pasado un rato. Me digné a mirarle a la cara, sabía que ahora tendría que aguantar su reprimenda.
  -  ¿Por qué lo haces Shana?- preguntó.
  -  Porque a nadie le importo, a nadie le gusto, tan sólo soy un cuerpo más sin alma, estoy vacía. Nadie me demuestra que le importo lo más mínimo… Dime tú, ¿quién va a sacar toda esta mierda y rellenar el vacío? ¿Quién?- Ion me miró pensativo.
  -  Yo, yo lo haré, a mí me importas, eres mi hermana, y eres preciosa, sé que pronto encontrarás a alguien.

Ya han pasado dos meses desde ese momento, la verdad es que mi hermano me ha apoyado, como él dijo. Con su ayuda conseguí superar mi anorexia, he vuelto al peso normal para alguien de mi estatura. Ion me presentó a un amigo suyo, el cuál empezó a salir conmigo. Ahora voy al psicólogo, el cual me ha mandado escribir esto. Ah, y un consejo, nunca desprecies a nadie, piensa en las consecuencias.

"Esto es todo, Feliz año nuevo, y en breves haré una lista de los libros que he ido leyendo en el 2013(los que me acuerde), y los valoraré según mi opinión y criterio. Saludos, La Loca de las Converse."