viernes, 3 de julio de 2015

Enamord@


No quiero que esta entrada sea la típica que escribe alguien que está enamorada, y haré todo lo posible porque no lo sea; más que todo porque no quiero que piensen que soy una “cursi”, ni mucho menos… pero con esta entrada quiero que sepan algo… una pregunta que se hace mucha gente, sobretodo cando se es adolescente... ¿Cómo se si estoy enamorad@ de mi pareja o de alguien? Yo quiero intentar responder a esa pregunta.

Es difícil saber cuándo estás enamorado de alguien, pero cuando el momento llega lo sabes al instante, por esa reacción que provoca en ti: tus ojos se entornan y se llenan de un brillo y una alegría que no es normal, tus labios esbozan una sonrisa “tonta” que llamamos, la cabeza se ladea un poco, tu cuerpo esta relajado pero una especie de energía lo recorre por completo dejándote, a su paso, la piel de gallina; eso externamente, pero internamente: tu mente deja de funcionar, se instaura en ella la repetición continua de vuestro primer beso (en el caso de que sea tu pareja) o el momento en el que l@ viste por primera vez (si no es tu pareja), en ocasiones especiales, estas dos ideas viajan por tu mente continuamente; una energía recorre tu cuerpo, quedándose más tiempo en el estómago, provocando las típicas “mariposas en el estómago”, los músculos del pecho se contraen, dejando toda esa parte comprimida y dando la sensación de que el corazón no te cabe en él.

Todo esto sucede porque le ves haciendo algo, puede ser cualquier cosa, desde haciendo la comida, tumbad@ en la cama o en cualquier sitio mirándote,… puede pasar en cualquier momento, y creedme que ese momento puede ser de lo más raro; por ejemplo, el momento en el que me di cuenta de que estaba enamorada de mi novio fue en nuestras primeras vacaciones en Torrevieja, en un apartamento bastante cuco… era el día que tocaba limpieza… yo me encargaba de barrer y el de hacer la cocina… la opción de aleatorio en su móvil hizo sonar la canción “Tocado y hundido” de Melendi. Fue en ese momento, pasé por delante de la cocina parar ir al cuarto a dejar algo, giré la cabeza y ahí estaba, recogiendo unas cosas y cantando esa canción que medio me sabía… ¿A que es raro ese momento? Melendi me gusta en parte, sobre todo las canciones de antes, las que hacía cuando llevaba rastas y no era padre… esas son las canciones que me gustan, pero ya ven, el momento puede aparecer cuando menos te lo esperes… solo tienes que darte cuenta, los síntomas son claros.

Bueno, creo que no ha sido tan “cursi” después de todo, pensaba que me iba a enrollar más jeje… espero que alguna vez sintáis lo que he sentido yo estas vacaciones, y si lo habéis sentido me encantaría que dejaseis un mensaje o si necesitáis ayuda… tampoco es que sea una estratega del amor, no he salido con muchos chicos, pero no sé por qué, pero no se me da mal esto jeje, a la mayor parte de mis amigas que les he aconsejado ahora están bien con el novio. En todo caso si tenéis alguna duda sobre el tema me podéis preguntar, yo encantada de responderos de forma privada o pública si no os importa.




"A ver gentecilla, os podemos asegurar de que nadie ha resultado herido durante la redacción de este relato. Lo digo porque luego hay algunxs lectorxs que creen que ha pasado algo, la autora del relato sigue vivita y coleando, y piensa seguir dando por saco bastante tiempo. Así que no me seáis tan dramáticxs (pero gracias por preocuparos). Bueno este ha sido otro relato traído por la Rubia Peleona (que menuda racha de inspiración lleva la niña...). Ya sabéis que cualquier cosa que queráis podéis pedirla en los comentarios(como algunas personas han hecho en la anterior entrada), por nuestro Facebook o mandando un correo a: peleonasconconverse@gmail.com . Os queremos pedir el favor de que si os gusta nuestro blog lo difundáis, ya que así llegaremos a más gente.
Un gran beso de la Rubia Peleona"

No hay comentarios:

Publicar un comentario